Cómo limpiar un horno y las rejillas de forma
rápida, sencilla y eficaz
El horno es uno de los electrodomésticos más versátiles de la cocina. Permite preparar una gran variedad de recetas, desde platos bajos en grasa, repostería o las pizzas y lasañas que tanto gustan a pequeños y mayores. Tiene la gran ventaja de que no necesita una vigilancia tan rigurosa como la cocina tradicional y, algo muy importante, su uso evita que la cocina se ensucie. Pero esto no quiere decir que no se manche. De hecho, una limpieza habitual del horno evitará la formación de esas complicadas manchas de grasa que luego cuesta trabajo quitar. Hay muchos productos en el mercado para la limpieza de horno, pero la mayoría de las veces bastará con algunos elementos básicos que hay en cualquier cocina, como el vinagre blanco, el bicarbonato de sodio y limones, que no contienen productos químicos y que tienen una gran eficacia.
Antes de nada, la primera de las precauciones a tomar es que el horno esté apagado. Después de quitar las rejillas y las bandejas, para hacer un mantenimiento rápido, bastará con llenar un pulverizador con tres partes de agua caliente y una de vinagre, pulverizar las bandejas y las paredes del electrodoméstico y dejar reposar dos o tres minutos antes de limpiar. Si está bastante sucio, dejar la mezcla unos 20 minutos. A continuación, pasar una bayeta húmeda trapo para eliminar los restos del producto. El vinagre, además de tener un gran poder de limpieza, es un buen desinfectante.
Otra de las variantes para limpiar el horno con vinagre consiste en echar un vaso de vinagre y dos de agua caliente en la bandeja. Encender el horno a 180-200 grados y dejar actuar durante 30 minutos. El calor formará vapor de vinagre, que desincrustará la suciedad de las paredes, techo y base, por lo que sólo queda pasar un trapo húmedo para retirar la suciedad y secar el interior.
Antes de nada, la primera de las precauciones a tomar es que el horno esté apagado. Después de quitar las rejillas y las bandejas, para hacer un mantenimiento rápido, bastará con llenar un pulverizador con tres partes de agua caliente y una de vinagre, pulverizar las bandejas y las paredes del electrodoméstico y dejar reposar dos o tres minutos antes de limpiar. Si está bastante sucio, dejar la mezcla unos 20 minutos. A continuación, pasar una bayeta húmeda trapo para eliminar los restos del producto. El vinagre, además de tener un gran poder de limpieza, es un buen desinfectante.
Otra de las variantes para limpiar el horno con vinagre consiste en echar un vaso de vinagre y dos de agua caliente en la bandeja. Encender el horno a 180-200 grados y dejar actuar durante 30 minutos. El calor formará vapor de vinagre, que desincrustará la suciedad de las paredes, techo y base, por lo que sólo queda pasar un trapo húmedo para retirar la suciedad y secar el interior.
Esta limpieza también se puede hacer sustituyendo la mezcla de vinagre y agua por cualquiera de los desengrasantes del mercado, diseñados para acabar las manchas más difíciles de eliminar. El procedimiento es el mismo, pulverizar el producto por todo el horno, dejar reposar y pasar un paño húmedo para retirar la suciedad. Cuando se recurre a productos de limpieza, el tiempo necesario de espera para que sea efectivo es inferior al de los productos naturales.
En el caso de que se haya utilizado vinagre y no haya logrado eliminar toda la suciedad o que el horno tenga las manchas incrustadas y sean difíciles de eliminar se puede añadir un poco de bicarbonato para que la limpieza sea más eficaz.
Para ello, hay que preparar una mezcla con 10 cucharadas de bicarbonato, tres de vinagre y cuatro de agua caliente hasta formar una pasta. Si queda muy líquida, añadir un poco más de bicarbonato y una cucharada de agua en el caso de que sea demasiado espesa. A continuación, esparcir la mezcla por todo el horno, paredes, base y techo, haciendo especial hincapié en las zonas con manchas mas incrustadas.
En el caso de que se haya utilizado vinagre y no haya logrado eliminar toda la suciedad o que el horno tenga las manchas incrustadas y sean difíciles de eliminar se puede añadir un poco de bicarbonato para que la limpieza sea más eficaz.
Para ello, hay que preparar una mezcla con 10 cucharadas de bicarbonato, tres de vinagre y cuatro de agua caliente hasta formar una pasta. Si queda muy líquida, añadir un poco más de bicarbonato y una cucharada de agua en el caso de que sea demasiado espesa. A continuación, esparcir la mezcla por todo el horno, paredes, base y techo, haciendo especial hincapié en las zonas con manchas mas incrustadas.
La mezcla del bicarbonato y el vinagre produce una reacción química, por lo que es conveniente que después de echarla en el horno dejarlo reposar al menos durante dos horas, aunque lo ideal es que se deje durante toda la noche. Así, los principios activos puede actuar sobre la suciedad y será más eficaz. Pasado este tiempo, basará con aclarar el horno con agua y un trapo limpio.
Si la suciedad está muy incrustada, se puede encender el horno durante unos 10-15 minutos, para que la suciedad se reblandezca y se desprenda con mayor facilidad. En el caso de hacerlo, deberá tenerse en cuenta de que hay que dejarlo enfriar antes de proceder a su limpieza para evitar quemarnos.
En el caso de que existan manchas grandes y compactadas, también se puede utilizar un estropajo metálico para deshacer y eliminar la mancha. Es muy importante retirar bien los residuos de los productos usados para que los alimentos que cocinemos después no huelan o cojan el saber del remedio utilizado.
Si la suciedad está muy incrustada, se puede encender el horno durante unos 10-15 minutos, para que la suciedad se reblandezca y se desprenda con mayor facilidad. En el caso de hacerlo, deberá tenerse en cuenta de que hay que dejarlo enfriar antes de proceder a su limpieza para evitar quemarnos.
En el caso de que existan manchas grandes y compactadas, también se puede utilizar un estropajo metálico para deshacer y eliminar la mancha. Es muy importante retirar bien los residuos de los productos usados para que los alimentos que cocinemos después no huelan o cojan el saber del remedio utilizado.
Acabar con los malos olores
En muchas ocasiones, a pesar de haber realizado una limpieza a fondo, no logramos eliminar el mal olor del horno. Para ello, lo más eficaz es usar limón, un producto muy útil para acabar con los desagradables aromas en distintos electrodomésticos. Pero eso lo explicaremos en otra información. Ahora nos centramos en el horno. Los ácidos del limón logran eliminar los malos olores y además el fruto desprenderá un agradable aroma. Para ello, habrá que exprimir el jugo de un limón y echarlo en la bandeja del horno con un vaso de agua y la cáscara. Sólo queda poner el horno a 120 grados durante media hora. Y ¡listo!, problema resuelto.
Limpieza de rejillas
Una de las partes más difíciles de limpiar de un horno son las rejillas. Para ello, deberemos llenar el fregadero con agua caliente, echar un tapón de detergente líquido para la ropa. Si es en polvo, usar la misma medida que se utilizaría para un ciclo de lavado corto. Remover la mezcla, meter las rejillas y dejarlas en remojo durante 20-25 minutos. en el caso de que no quepan en el fregadero, introducir la mitad y transcurrido el tiempo, darles la vuelta y esperar el mismo tiempo.
Esto servirá para reblandecer las manchas. Después, utilizar un estropajo metálico para eliminar los restos de comida quemada. Después, aclarar las rejillas con agua limpia y secarlas bien antes de volver a meterlas en el horno.
Esto servirá para reblandecer las manchas. Después, utilizar un estropajo metálico para eliminar los restos de comida quemada. Después, aclarar las rejillas con agua limpia y secarlas bien antes de volver a meterlas en el horno.
Fuente: https://www.larazon.es/